Este hombre de mirada profunda cree que sí y dedica su vida a ello. Vi su charla Ted “El camino del no al sí” y quedé con una profunda sensación de esperanza al conocer su trabajo como mediador en conflictos y su proyecto “El camino de Abraham”.

William Ury es un antropólogo norteamericano y co fundador del programa de negociación de Harvard.  Ha trabajado como mediador en conflictos políticos en Medio Oriente, los Balcanes, Indonesia, Chechenia, Venezuela…,  y también ha participado en la búsqueda de soluciones para conflictos por fusiones de empresas, huelgas y venganzas familiares o guerras étnicas en Rusia, Sudáfrica y la ex Yugoslavia.

Su charla TED se inicia con una anécdota sobre un conflicto de herencia, aparentemente sin solución: “Un padre muere y deja a sus tres hijos 17 camellos. Al primer hijo le dejó la mitad de los camellos, al segundo un tercio y al tercero un noveno. Comienzan los problemas: 17 no se divide por dos, ni por tres ni por nueve.

En su desesperación los hermanos van a consultar a una anciana sabia, que tras meditar a solas vuelve con una solución: les regala un camello. Así los hermanos juntan 18 camellos, cuya mitad es nueve, un tercio es seis y un noveno es dos. Al sumar nueve, más seis, más dos.., el resultado es 17 y les sobra un camello que pueden devolver a la anciana.

“La historia se parece a la mediación ante cualquier conflicto. Necesitamos encontrar ese camello”, dice Ury. No es fácil, pero es simple, asegura, porque en todo conflicto siempre hay una tercera mirada (la anciana sabia) que nos enseña otra forma de enfrentar los problemas. Esa tercera mirada está en la comunidad circundante: los amigos, la familia, los vecinos, la comunidad. Ellos recuerdan a las partes lo que está en juego. El bien de los niños, de la familia, de la comunidad, del futuro… Es recién entonces cuando las partes pueden comenzar al hablar. “Como dice el refrán, habla enojado y harás el mejor discurso que tengas que lamentar”, recuerda William Ury.

Puede parecer un detalle sin importancia, pero la experiencia de este negociador dice que siempre es mejor hablar caminando. “Caminar es lo que nos hizo humanos, caminar lado a lado, en la misma dirección nos une en una misma meta. Frente a frente nos sentimos amenazados”, explica.

Tan convencido está en la posibilidad de solución que tienen todos los conflictos y en la importancia de llegar a acuerdos caminando, que William Ury ideó una iniciativa por la paz en Medio Oriente que se llama “El camino de Abraham” (http://abrahampath.org). Es una ruta de senderismo, que atraviesa diez países y que recrea el viaje mítico del profeta desde Urfa, al sur de Turquía donde nació, hasta Hebrón, donde está enterrado. La esencia del camino es experimentar la hospitalidad: miles de personas caminan y miles de residentes los acogen, porque lo contrario del terrorismo –explica- es enfrentar a un desconocido y tratarlo como a un amigo. Así, los cientos de senderistas que hacen esa ruta cada año, siendo acogidos por lugareños que los atienden y alimentan, están sembrando una zona herida por las guerras con semillas de amistad y hospitalidad. “Cuando se unen, la telarañas pueden detener incluso al león”, concluye Ury citando un refrán africano.

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