
Publicado 23/03/2017
La ruta de AbrahamFotógrafa
En abril del 2014 esta ruta fue incluida en el National Geographic Traveler Magazine (Reino Unido) como la número uno en su lista de los diez mejores rutas de senderismo en el mundo. Menos conocido que el Camino de Santiago, cada año congrega a más visitantes.
Estás pensando: panorama de locos. Lejos, caro y en zonas de guerra. Además: hay que caminar muchos días. Pero si un hijo o nieto te dice que hará la Ruta de Abraham, respóndele como una experta.
Es un recorrido que recrea el viaje que Abraham hizo hace 4.000 años y recién se “abrió” a los senderistas el 2007, gracias a la inciativa de William Ury, antropólogo de Harvard y experto en negociación de conflictos.
¿Por qué Abraham? William Ury está convencido que Abraham es una figura que une, al ser central para tres religiones como son la cristiana, judía y musulmana.
Además, explica, Abraham fue un hombre conocido como "el amigo", recordado por su hospitalidad y amabilidad con los extraños. Y lo más opuesto al terrorismo es tratar a los desconocidos como si fueran amigos. Ury cuenta que esta iniciativa surgió cuando él buscaba una manera de superar las sospechas entre orientales y occidentales después de los ataques del 11 de septiembre y de la guerra en Irak.
Abraham y su familia hicieron ese camino en busca de una promesa. Seguir sus pasos hoy es disponerse a caminar en busca de la paz, ejerciendo bondad hacia los extraños y practicando la justicia social.
Con el apoyo de una red internacional de socios, William Ury trazó un camino que conecta todos los sitios visitados por Abraham, según se relata en los antiguos textos religiosos y tradiciones. La ruta comienza en Urfa (el lugar de nacimiento de Abraham según la tradición musulmana), sigue en Harran (de acuerdo con la Biblia Hebrea, allá Abraham vivía cuando recibió la llamada para iniciar la parte principal de su viaje), luego pasa por Ajloun, Nablus, Jericó, Jerusalén y Belén, para terminar en Hebrón donde está la tumba de Abraham y su esposa Sara, de acuerdo con la tradición judía, cristiana y musulmana.
En la actualidad, a la ruta se puede acceder cómodamente en algunas áreas y en otras solo es accesible a través de una ruta de acceso virtual debido a los conflictos en la zona. Cada parte del camino termina con una comida tradicional palestina en la casa de una familia de acogida. Existe en todo momento apoyo d ela comunidad y de organizaciones turísticas.
“En su esencia, el camino es un símbolo de esperanza. Es un lugar de hospitalidad, reuniones y encuentros humanos”, explican sus gestores. Los senderistas pueden atravesar por varios países de los que solo se sabe por la guerra. Pero son mucho más que eso. Allí, hay una belleza natural inigualable, exuberante flora del lecho de un río Qelt a la gran desierto de Jericó. Patrimonio histórico, ruinas bizantinas, pero sobre todo familias palestinas en el campo de refugiados.
Más en: http://abrahampath.org